Carta de un alumno del Ciclo Superior de Integración Social del Colegio San José de la Guía que ha decidido contar su historia para sensibilizar sobre el acoso escolar y visibilizar la diversidad:
«Ha llegado el día en el que quiero desnudarme, dejar todo aquello que cubre mi cuerpo encima de la verdad y mostrarme tal y cómo soy, sin más.
Las decisiones requieren tiempo, tanto tiempo como despojarse de lo que pesa, de lo que estorba, de lo que molesta… Pudiera parecer que el tiempo es nuestro enemigo, pero no lo es. A veces, se vuelve compañero de viaje, aliado de la razón, socio de un futuro tan incierto cómo prometedor… Y mientras me voy deshaciendo de la ropa vieja, de los trapos rotos, el tiempo se encarga de tapar las cicatrices de unas heridas que ya no duelen, pero que sólo yo he vivido, que sólo yo noto.
Y mi cuerpo esconde los golpes recibidos, las burlas sin sentido, las palabras necias que he oído y las lágrimas provocadas por quienes yo llamaba amigos…
Era demasiado pequeño para comprender la crueldad, donde cada juego tenía un perdedor y ese, siempre era yo. No acertaba en entender que ocurría, por qué era igual cada día… No quería ser el verdugo, pero tampoco la víctima.
Recuerdo que a los seis años y sin poder entenderlo, se mofaban hasta de que mi padre hubiera muerto. Decían que se había ido porque no me soportaba, porque se avergonzaba de mí y cada noche salía a la ventana y esperaba que él me dijera que no era así. Y no encontraba consuelo, parecía tener en mi contra también al cielo… Llegué a maldecir al destino con el corazón hecho añicos, sólo quería jugar, reír, vivir tranquilo…
-Mierda!- pensaba… Sólo soy un niño!!!
La entrada al colegio era un sufrimiento, una agonía, una pesadilla, morir en cada intento… Sonaba el timbre y no caminaba, volaba… y corría bajando de tres en tres las escaleras, sabiendo que no era buena idea… Terminaba en el suelo, pisoteado, atemorizado, muerto de miedo. Aquellos segundos se hacían eternos, me ponía en pie como podía y volvía a correr y entre zancadillas, volvía a caer… Sólo buscaba estar a salvo, fuera de peligro y entre insultos corría a casa, buscando cobijo. Los que me querían de verdad, no querían que volviera y yo solo quería alguien que me entendiera. No quería que me pegaran, solo quería ir al colegio, soñaba con que todo acabara y que sería uno entre ellos. No quería que fueran mis enemigos y no quería darme por vencido, solo pretendía que fueran mis amigos. Pero no, no lo di conseguido, me hicieron perdedor sin haberme conocido.
Una de las palizas me llevó al hospital. Golpes, ataque de pánico y crisis grave de ansiedad. Perdí el habla, la noción del tiempo y también el miedo a los médicos. Tuve que dar detalles sobre aquellos niños, con nombre y apellidos. Todo acababa con un principio. Eran demasiado pequeños para imputarles un delito…. Y yo? Yo sólo era también un niño!!!!!!
El acoso escolar no es precisamente un juego de niños, de niños es una infancia donde te aceptan, donde eres querido…
Bullying lo llaman los mayores, los que no lo han vivido. Las víctimas, queridos amigos, no sufren solo los golpes, sufrimos y respiramos el peligro. – Hay acaso una excusa que convenza, que justifique el maltrato? Al agresor? Al que lo consiente? Al que hace que no ve, que no escucha, que no siente? Al valiente? Sí, la falta de empatía, la omisión del deber, la pobreza en la educación, el no ponerse en el caso de que un día otro puede ser yo. No hay excusa, no hay motivo, no hay razón! Puede ser porque alguien que sea gordito, porque lleve gafas, porque es feo, porque es diferente o porque les da la gana. Por qué fui yo? Que motivo hizo que mis amigos se rieran de mí, me acosaran, se burlaran, se convirtieran en mis verdugos, en mis enemigos?
En mi caso lo tenían fácil… Yo era diferente. Yo era Asperger. Más que suficiente. Demasiado débil. El Síndrome de Asperger no es una enfermedad, es una manera de ser, simplemente. Es cierto que me costaba más que a los demás cosas tan simples como correr, escribir, entenderlo todo a la primera vez… Pero no busqué nacer con estas características, estoy orgulloso de ser quién soy y cómo soy. De no haberme rendido nunca, de creer en mí, de haber llegado hasta aquí. Y de haber cerrado las heridas, de no vivir de cicatrices, de ser el dueño de mi vida, de haberle echado tres pares de narices. Soy diferente, sí. Y qué? Pero soy igual a ti, a ti, a ese y aquél.
No soy especial por lo que la vida me ha quitado, soy especial porque soy yo y por lo mucho que valgo. Nadie conseguirá detenerme, ni robarme los sueños, ya me robaron sin poder defenderme, la felicidad de ser pequeño.
No lo olvidéis nunca, nadie sabe lo que siente el que siempre pierde. No consintáis que alguien crea que ésa, fue su suerte, la mía fue haber sembrado alegría por el camino y repito, nunca darme por vencido… y hoy, tener el doble, el triple de grandes amigos. Nunca defendáis el acoso escolar, no giréis la cabeza, que hay quien muere de pena y quien se mata por tristeza.
Yo, no.
Porque soy especial! .Y porque tuve los que otros no nunca tendrán… Mucho amor!!!!
Gracias, muchas gracias!»
9 febrero, 2017 at 9:29 pm
Que gran verdad. Y que cruel a veces la vida. Espero que hayan muchas más personas como tú despues de leer esto. Y que seas de gran ejemplo para otros/as.
Me gustaMe gusta
9 febrero, 2017 at 10:17 pm
Precisamente me estoy leyendo un libro, La Rabia, de Lolita Bosch, escritora que sufrió de adolescente acoso escolar y ahora está contactando con jóvenes que sufren esta misma situación para ver si es posible darles voz y que la sociedad rechace estas conductas, igual que se hace con el maltrato de género. Ella cuenta que 30 años después de terminar el colegio ha recibido una invitación de uno de sus maltratadores (siempre acosan en grupo) para asistir a una comida de antiguos compañeros, y cuando ella rechaza la invitación y le enumera las vejaciones que le hicieron, este responde: Hostia!, me he quedado de piedra. La decepción que he sentido al pensar que seguramente he participado en crear un pasado que quieres olvidar… Pero cuanto psicópata convive entre todos!
Me gustaMe gusta
10 febrero, 2017 at 4:26 am
Siento lo que has tenido que vivir para llegar hasta lo que eres ahora. La vida a veces es cruel e inentendible…por qué hay pesonas que eligen machacar a otros sin más?
Cómo es posible que no se nos mueva el corazón cuando eso pasa a nuestro lado? Estamos ciegos? Miedo?…en fin, como tú dices, has podido recibir mucho amor y puedes contarlo. Qué gran arma: la fuerza del
Amor. Gracias por contarlo. Tengo tb. un hijo con tu síndrome. Me gustaría que te conociera.
Me gustaMe gusta
10 febrero, 2017 at 7:36 am
Q bien escribes! Eres un valiente y desprendes una luz fabulosa!! El mundo necesita personas como tu
Me gustaMe gusta
10 febrero, 2017 at 12:59 pm
Crack! Admirable tu fuerza y valor. Qué sirva de ejemplo para acabar con esto!
Me gustaMe gusta
10 febrero, 2017 at 1:06 pm
Me levanto el sombrero ante tí, tienes toda mi admiración y respeto.
Me gustaMe gusta
10 febrero, 2017 at 2:28 pm
Hola, eres un valiente, un supervaliente. Mi hija mayor lo sufrió en primaria durante los dos últimos años. La escuela no hizo nada cuando lo dijimos. Cambiamos de centro en secundaria y fue maravilloso salir de ese pozo. Este año, en primero de bachiller, su acosadora ha vuelto a aparecer en su Instituto, en su misma clase, tengo pánico a que la situación se repita, ansiedad, llantos, miedos, pesimismo casi depresivo…de hecho, con otras tácticas, pero volvemos a las andadas (los maltratadores perfeccionan sus técnicas de acoso). Así que estamos gestionando, en primero de bachiller otra vez un cambio de centro escolar. Ni que decir tiene el trastorno que eso supone para un estudiante, pero para eso estamos aquí, para proteger a mis hijos lo mejor que pueda y entienda ya que las escuelas no hacen nada, al menos nada que realmente funcione. Esto es un trabajo de base y mientras no se trabaje así, todo es papel mojado.
Me gustaMe gusta
10 febrero, 2017 at 9:25 pm
Valiente!
Me gustaMe gusta
11 febrero, 2017 at 7:04 am
Hola CAMPEÓN; eres AUTÉNTICO y seguro alguien que vale muchísimo la pena conocer. Sigue así, porque eres un ‘REAL INFLUENCER’ 😉 y un EJEMPLO para muchos chavales/as y tb para más de un adulto todavía no crecido. Me he sentido identificadísima con tu historia, tus circunstancias, tus vivencias son casi un calco a las mías, me has llegado… de veras…a mi tb me hicieron bullying, rechazos, desprecios e improperios parecidos , a los 12 años comencé a tartamudear al leer y al hablar, todo por la propia ansiedad, mi error fue que callé durante muchísimo tiempo, lo sufrí en silencio, pero como tú, tampoco me dejé vencer y lo he superado, será porque hemos tenido personas geniales al lado que nos han apoyado y educado en el AMOR y en el RESPETO a los demás, y nos hemos curtido ante el insulto, el abuso y la indiferencia, LUCHANDO y PERSEVERANDO, y pensando, con ilusión, en el futuro y en que lo mejor estaba por venir. ¡Eso es vivir… y VENCIMOS! Yo también siempre he tenido claro que quería y me gustaba ayudar a la gente, y fíjate, en algún momento barajé la posibilidad de hacer Integración Social también, casualidades!! pero al final opté por Magisterio, ahora soy maestra y lo disfruto muchísimo, se me hace impensable dedicarme a otra cosa mejor, y ayudando a mis alumnos/as he conseguido ayudarme un poquito a mi misma también, es verdad, cada día es un reto, y hay dificultades, no te voy a mentir, pero cada vez tengo más herramientas, sobre todo cuando me surge algún caso de acoso o posible acoso, y estoy FELIZ. Espero que tú seas también muy feliz porque te lo mereces!!! Será un placer encontrarte en el camino, es un gustazo conocer personas tan sanas y nobles como tú. ENHORABUENA, Álex!!!!
Me gustaMe gusta
11 febrero, 2017 at 8:52 am
Maravillosa tu forma de escribir pero sobre todo de sobreponerte a una dura niñez. Gracias por compartir y la mejor de las suertes en todo lo que emprendas
Me gustaMe gusta
13 febrero, 2017 at 8:37 pm
Eres especial sin duda, pero por ser tu, con tus defectos y tus virtudes. Eres un luchador, y un chico muy valiente. Enhorabuena!!!!
Que afortunad@s las personas que están a tu alrededor, por tener a alguien en su vida tan inteligente y sensible como tu.
Me gustaMe gusta
15 febrero, 2017 at 9:56 pm
Me duele ver lo que te ha pasado. Me duele porque tengo un hijo de 2 años y 4 meses con TEA (que en principio parece Asperger). Me duele porque por desgracia mi hijo podría vivir y sufrir lo que tú. Pero también sé que nunca le faltará amor. El amor que espero le haga ser tan fuerte y tan valiente como tú. Gracias.
Me gustaMe gusta
16 febrero, 2017 at 9:24 am
MI hijo tiene sindrome de asperger y tiene seis años y estamos luchando contra su acoso escolar. Esto pasa continuamente. La directora quiere mirar hacia otro sitio. No voy a permitir q destrocen la vida de mi hijo por cuatro padres q no saben educar a sus hijo. La educación se mama en casa. Estos padres pasan de todo. Es muy fustrante y se ya a quien recurrir.
Me gustaMe gusta
16 febrero, 2017 at 9:31 am
No se ha quien recurrir. Mi hijo está triste aunque ya va defendiéndose pero es muy difícil vivir así cada día.
Me gustaMe gusta
24 febrero, 2017 at 9:44 pm
Felicitaciones, soy abuela y no se como saber si mi nieto esta sufriendo acoso por sus compañeros, no lo dejan jugar futball porque es malo.
Me gustaMe gusta
24 febrero, 2017 at 10:56 pm
Es triste no saber si tu nieto sufre acoso Teresa. Habla con él. Mira si alguna vez ha llegado a tu casa con arañazos con moratones en las piernas. Si le rompieron o no sus gafas (si las tiene) o si se le obligan a pegar a otros. Creele y denuncia. No lo hagas mediante el director /ar ya q todos se tapan. Denuncia ante la policia.
Me gustaMe gusta
24 febrero, 2017 at 11:09 pm
Tampoco llames a agentes tutores, solo quieren mediar y con eso no basta. DENUNCIA ANTE POLICIA EN UNA COMISARIA AL EQUIPO DIRECTIVO DEL COLEGIO.
Me gustaMe gusta
12 marzo, 2017 at 9:37 am
Un abrazo, Alejandro, me has conmovido, me has removido el pasado. Yo estuve en un colegio en el que el maltrato era normal y la violencia latente o expresa era diaria. No puedo perdonarlos, ni perdonar a aquellos maestritos franquistas desatentos, de los que creían que el dolor te hacía más fuerte.
Sobrevivimos casi de milagro, los especiales éramos la mayoría, casi todos, mientras que la chusma que se hizo madrastra de nuestras infancias porque ese era el programa político del Régimen, esos productos del poder eran minoría. Pudimos juntarnos para tener pequeños huecos de infancia y de felicidad. Y nos resistimos a ser como ellos y como aquellos maestros. Gracias Alejandro por ser tu y no haberte rendido. Un abrazo.
Me gustaMe gusta
18 marzo, 2017 at 11:09 pm
Boas noites.
Grazas por abrir o teu corazón a xente, xa que grazas a iso, axudas a divulgar e a difundir a problematica que temos (ou mellor dito, a sociedade nos fai ter) as persoas que somos Asperger.
Teño unha historia semellante a de Alejandro, e a verdade que me sentín moi identificado coa mesma, xa que tampouco entendía o meu caso de porqué se metían comigo. Xamais o entendía.
Gustaríame, se é posible, poder ter algunha vía de contacto con Alejandro. Eu tamén estou estudando TSIS e tamén teño a Sindrome de Asperger diagnosticada. E ogalla, puidese falar con el.
Me gustaMe gusta